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Película taiwanesa dirigida por Kevin Ko y estrenada desde el 7 de julio en Netlix, como varias de sus predecesoras viene referida con la idea de ser una de las películas más aterradoras de la historia.

Al inicio conocemos a Li Ronan, una joven madre soltera que recibe a su hija en su hogar luego de haber pasado por un proceso sicológico muy fuerte y lograr obtener la custodia de la niña. Sin embargo, la vida de Li no es tan fácil, al inicio, nos cuenta que se vio implicada en una situación que la hizo romper un tabú religioso y que los actos que cometerá a continuación son para proteger a su hija, Chen Dodo, niña que tan pronto llega a casa se ve perseguida por espíritus o fantasmas que la acosan incluso en el kínder.

Por medio del Found Footage o Metraje Encontrado, tenemos un falso documental sobre las vivencias de Li desde que inició todo hasta cómo termina su historia; no es algo que no hayamos visto antes, ya hemos visto el empleo de esta técnica en películas como El proyecto de la bruja de Blair o Actividad Paranormal. Sin embargo, Maleficio lo emplea de una forma muy diferente, ya que la manera de relatar la historia no es lineal, por lo tanto, el espectador pasa por varias conjeturas acerca de la maldición que cae sobre Li y su hija antes de darse cuenta de la verdad.

Puntos a destacar son la habilidad del director para mantener al espectador atento, sin necesidad de recurrir a muchos scare jumps ni gore. Es importante mencionar que Kevin Ko cita entre sus fuentes de inspiración los hilos de foros de internet, las confesiones de youtubers y las cadenas de correos, algo que lo ayudó a crear una conexión interactiva con el público, como se ve en ocasiones en que la protagonista rompe la cuarta pared, logrando involucrar a las personas atrás de la pantalla tanto en el ritual que se realiza como en el desenlace del mismo. Sin embargo, la película tiene algunos fallos argumentativos y deja cabos sueltos, además de iniciar un poco lenta, algo que no es de reprochar ya que finalmente es lo que permite conocer mejor a los personajes y sus razones para realizar las cosas. Sobre esto, el director dice:

“Sé cómo asustar al público con una secuencia de terror eficaz, pero a una buena película de terror no le basta con esos trucos. (…) El meollo debe tratar sobre la naturaleza humana. En el fondo al público tienen que importarle los personajes”.

Además, tanto al inicio de la película como en el trailer vemos un test sicológico con una noria y un tren en movimiento, algo que parece indicarnos que nuestras intenciones a la hora de ver la cinta pueden influir en la vida real, ¿suena descabellado? Pues una vez que la veas, entenderás porqué. Esta atención a los detalles es la que logró posicionar a Maleficio como la película más taquillera de Taiwán hasta la fecha, y le ha dado siete nominaciones en el Festival de Cine de Taipei, incluidas Mejor largometraje y Mejor dirección.

Sin embargo, es esta misma meticulosidad la que da un gran punto negativo a la cinta: más que un falso documental, se ve como un documental real, con un guión y música establecidos, además de buenas actuaciones, incluso por parte de Sin-Tin Huang, la pequeña a cargo de interpretar a Dodo y que está incursionando en el mundo de la actuación con Maleficio.

Y a todo esto, ¿es cierto que la película se basa en hechos reales? Si has visto muchas películas de terror, notarás que Maleficio tiene ciertas similitudes con El Aro, pero el director también ha revelado que se basó ligeramente en una historia real taiwanesa acerca de una familia de adoradores de una secta, sin dar detalles más específicos. Hay quienes aseguran que se inspira en un incidente en el distrito de Gunshan, sucedido en el 2005, donde la familia Wu afirmó estar poseída, terminando en la muerte de una menor y el encarcelamiento del resto de la familia.

En palabras del mismo Ko:

“El respeto por la religión, especialmente los tabúes religiosos y las religiones que son muy oscuras, ofrecen un grado de terror”.

Por lo tanto, si vas a ver Maleficio, prepárate para entrar en un mundo de deidades vengativas, maldiciones violentas y porqué no, bastante amor maternal, que es al fin y al cabo la esencia de la película.